
El proyecto de presupuesto del Estado de Vaud prevé un déficit de 227 millones de francos para 2023. Propone varias medidas para apoyar el poder adquisitivo de los hogares, en particular a través de reducciones de impuestos específicas.
Para su primera presentación presupuestaria, tras dos décadas bajo la era de Pascal Broulis, la nueva ministra de Finanzas, Valérie Dittli, insistió en el actual “contexto inestable”, entre inflación, guerra en Ucrania, escasez de energía y cambio climático. “Es difícil construir un presupuesto ante tantas crisis”, admitió el jueves ante la prensa en Lausana.
Este presupuesto aparece en números rojos por tercer año consecutivo. No obstante, como en años anteriores, respeta el denominado límite de “pequeño equilibrio” y no conlleva ninguna medida de ahorro específica.
Con este presupuesto de 2023, que deberá ser validado en diciembre por el Gran Consejo, el gobierno de Vaudois quería “apoyar el poder adquisitivo” de la población, subrayó Valérie Dittli. Esto se hará mediante varias “medidas emblemáticas”, empezando por el nivel fiscal, donde se prevé una reducción de 73 millones de francos para las personas físicas.
Se incrementarán así las deducciones por gastos de asistencia y seguros de salud, mientras que se reducirá la tributación sobre el valor de los bienes muebles. También está prevista la adaptación de la balanza para compensar los efectos de la inflación (mecanismo de progresión en frío).
Cabe señalar que otros cambios fiscales podrían tener lugar en los próximos meses, habiéndose lanzado recientemente varias propuestas (mociones de derecha y de izquierda en el Gran Consejo, iniciativa popular desde los círculos económicos). Estos diversos objetos están “sobre la mesa” y serán abordados cuando el Consejo de Estado presente su programa legislativo a fines de octubre, indicó Valérie Dittli.
Salarios indexados
Entre las otras particularidades del presupuesto de 2023, está previsto dedicar 71 millones de francos para adaptar los salarios de la administración cantonal y del sector parapúblico para, también allí, contrarrestar la inflación. También hay que destinar una cantidad de 32 millones para incrementar la dotación de subvenciones a las primas de los seguros de salud.
En total, los gastos brutos ascendieron a 11.067 millones, un aumento de 394 millones (+3,7%) respecto al presupuesto de 2022. Este aumento se explica, entre otras cosas, por la creación de 424,4 puestos (equivalentes a tiempo completo – FTE), especialmente en docencia y pedagogía especializada (199.6 FTE).
Mil millones de inversiones
Por el lado de los ingresos, el cantón espera un aumento de 3,4% a 10,84 billones. Se espera que los ingresos fiscales muestren una ganancia del 4,9%, teniendo en cuenta los 73 millones de recortes de impuestos previstos. Valérie Dittli quiso subrayar en particular “la solidez de la economía valdense”, que permite prever un aumento del 14,4 % en los impuestos sobre las personas jurídicas.
En términos de inversiones, para el próximo año está previsto algo más de mil millones de francos, “un nivel nunca antes alcanzado”, aseguró Valérie Dittli. Esta suma está dirigida a las “generaciones futuras” al ayudar a enfrentar la crisis climática y fortalecer el transporte público, dijo. A pesar de estas inversiones y del déficit presupuestario previsto, la deuda debería mantenerse estable en 975 millones.
fiestas mixtas
Por el lado de los partidos, la Alianza de Vaud (PLR, UDC y Centro) tomó nota “con satisfacción” de este proyecto de presupuesto. Acoge con satisfacción las reducciones de impuestos que, según sus cálculos, suponen una reducción fiscal media de 1.800 francos para una pareja casada con dos hijos. Sin embargo, la derecha dice estar “preocupada” por el aumento “significativo” en el número de nuevos puestos, así como por el aumento de 130 millones de francos en el sector social.
A la izquierda, los Verdes hablan de un presupuesto “a medias”. Saludan la creación de nuevos puestos, la indexación de salarios y el aumento de las deducciones por gastos de cuidado de niños. Pero lamentan “la falta de ambición” en materia climática y “la falta de propuestas” para apoyar a los más afectados por la inflación.
El PS destaca que se preservan “acervos” con la política de subsidios para seguros de salud. Los socialistas, sin embargo, tienen varias reservas, por ejemplo, sobre las medidas fiscales que “no dan en el blanco” al favorecer sólo a los ciudadanos “más ricos”.
Más crítico aún, Juntos por la izquierda no encuentra ahí su cuenta: este presupuesto “no responde ni a las necesidades sociales ni a la emergencia ecológica”.
Este artículo ha sido publicado automáticamente. Fuente: ats