
No es fácil entrar en la pubertad y descubrir que hasta la menopausia tu cuerpo sangrará todos los meses. “La edad del primer período varía entre los 9 y los 16 años”, explica Fabienne Bitschnau, educadora y asesora de salud sexual del centro SIPE.
12 a 14 años
La edad promedio alrededor de la cual las niñas tienen su primer período
Su colega Claude Rey, también educador y consejero en salud sexual, precisa que “muchas veces, la edad media ronda los 12-14 años. Antes de esta edad, las niñas que han sido diagnosticadas con pubertad precoz suelen ser seguidas por un pediatra. “Y solo se recomienda consultar si a los 17 años aún no le ha aparecido la primera regla”, sugiere Fabienne Bitschnau.
Un taller para chicas adolescentes, donde hablar sin tabúes
El fenómeno puede generar multitud de preguntas más o menos angustiosas: “¿Será doloroso?”, “¿Perderé mucha sangre?”, “¿Qué protección elegir?”, “¿Cómo usarla?”. Y quizás lo más importante: “¿Con quién hablar?”
Para responder a esto sin tabúes y con toda amabilidad, los centros SIPE ofrecen talleres fuera del marco escolar.
Los miércoles de 14 a 16 horas están dedicados a las adolescentes que deseen discutirlo entre las adolescentes; Los sábados de 9 a 12 se organizan para los jóvenes que acudan acompañados de un adulto de confianza. “Puede ser una madre, una abuela, una tía, una madrina, una hermana mayor, etc.”, especifica Claude Rey. “Los miércoles suelen ser un poco mayores que las que vienen los sábados, y que, muy a menudo, aún no han tenido la regla”.
Las facilitadoras son otras chicas jóvenes, que empezaron a menstruar hace poco tiempo y que comparten su experiencia.
claudio reyeducadora en salud sexual y consejera en el centro SIPE
“El taller fue creado por estudiantes de la HES como un proyecto de fin de formación. Lo imaginaron para romper el tabú y, después de probar el proyecto en el centro SIPE de Sierre, quisieron que durara”, explica Fabienne Bitschnau.
“Las facilitadoras de estos talleres son otras chicas jóvenes que empezaron a menstruar hace poco tiempo y que comparten su experiencia. Esta transmisión intergeneracional aporta un valor añadido real”, se alegra Claude Rey, que supervisa las sesiones con su colega.
“Después de la evocación de la pubertad en general, hablamos de todo lo que es anatómico y fisiológico, luego las parejas presentan cada protección periódica, mientras brindan sus consejos para un uso óptimo”, explica Fabienne Bitschnau.
“Por lo general, eso es cuando las lenguas se sueltan. A continuación, las chicas abordan el tema del dolor, la relajación muscular, la medicación a tomar, la necesidad de hablar con un médico si es demasiado doloroso para descartar el diagnóstico de endometriosis, etc.
La protección adecuada es aquella con la que te sientas más cómodo.
Fabienne Bitschnaueducadora en salud sexual y consejera en el centro SIPE
Previa inscripción, estos talleres ofrecen un momento de compartir a un máximo de doce personas, todo de forma gratuita. “Esperamos poder abrirlos algún día a otros públicos como niñas mayores, mujeres, madres, niños también”, explica Claude Rey. “Del mismo modo, nos gustaría abordar otros temas de la misma forma, como los síndromes premenstruales, la menopausia, el funcionamiento de los ciclos, etc.”
Prueba las diferentes posibilidades para conocernos mejor
Tampón, toalla, copa o braguita menstrual… ¿cómo elegir la protección ideal? “No hay protección correcta o incorrecta. El que se adapta corresponde al que te sientes más cómodo”, apunta Fabienne Bitschnau.
“En general, las niñas que tienen su primer período prefieren la protección externa como las toallas sanitarias (reutilizables o no, orgánicas o no) y las bragas para el período”.
El diseño de estos últimos puede resultar muy elegante y ahora es fácil encontrar este tipo de productos en los supermercados.
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Las protecciones reutilizables -braga, copa, esponja (natural o sintética) y toalla reutilizable- tienen la doble ventaja de ser tanto ecológicas como económicas, “ya que se pueden lavar, duran varios años, y aunque la inversión básica es un poco más caro que para los modelos desechables”.
Sin embargo, requieren de cierta organización, ya que hay que lavarlos y por lo tanto acumular un stock que dure todo su ciclo. “Si estás fuera de casa todo el día, no es necesariamente lo más práctico”, ilustra Claude Rey.
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Las protecciones internas – tampón (con o sin aplicador, orgánico o no), esponja y copa menstrual – generalmente satisfacen a las niñas mayores, ya que necesitan estar cómodas con la sangre y su cuerpo para ser colocadas y utilizadas correctamente.
Sin embargo, ofrecen una gran libertad de movimiento, ya que pueden permanecer más tiempo en el cuerpo sin que se sientan.
Queda la técnica del flujo instintivo, para los más avezados, los que consiguen aguantar la sangre antes de encontrar un retrete.
Para estar totalmente cómodo, solo queda probar entre estas diferentes posibilidades.
Más información: El podcast “La Menstruelle” aborda el tema de la menstruación de forma muy completa y desinhibida.