
Socios institucionales desde hace 7 años, el Observatorio de la Memoria B2V apoya en particular a la Fondation Vaincre Alzheimer en sus misiones de sensibilización del público en general sobre los métodos de prevención de la enfermedad de Alzheimer.
Con motivo del Día Mundial del Alzheimer -21 de septiembre de 2022- la Dra. Maï Panchal, directora científica de la Fundación Vaincre Alzheimer, nos da buenas prácticas para cuidar tu memoria y tu cerebro.
1 – Practica actividad física regular y sostenida
La práctica de una actividad física permitirá reducir la presión arterial (presión arterial alta)
es un factor de riesgo importante para el deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer).
También ayudará a secretar neurotransmisores beneficiosos para el cerebro como la dopamina o la serotonina.
No hay deporte mejor que otro: caminar, correr, andar en bicicleta, tenis, etc. Todos los deportes son buenos para la memoria y el cerebro. Lo importante es registrar la práctica de actividad física a largo plazo y hasta una hora al día idealmente o 8.000 pasos.
Es por esto que caminar es una de las actividades físicas más destacadas en la prevención de enfermedades neurocognitivas por ser la más fácil de implementar todos los días.
Además, caminar al aire libre te permite oxigenar tu cerebro y llenarte de luz y vitamina D, lo que ayuda a combatir la depresión o la obesidad, y a tener una mejor calidad de sueño.
Este efecto se confirma incluso en presencia de la enfermedad. Así, la enfermedad progresa significativamente más lentamente en pacientes que practican actividad física regular que en pacientes sedentarios.
2 – Tener una buena calidad de sueño
Una buena calidad de sueño se define por la alternancia entre fases de sueño profundo y fases de sueño ligero.
El sueño tiene esa increíble capacidad de poder limpiar el cerebro, durante las fases de sueño profundo, de las proteínas tóxicas que hemos acumulado durante el día. Una de ellas, la beta-amiloide, es una de las proteínas tóxicas de la enfermedad de Alzheimer que se acumula todos los días y tiende a eliminarse mediante un sueño de buena calidad.
La actividad física, los vínculos sociales y recomendaciones conocidas como una dieta equilibrada o incluso evitar las pantallas antes de conciliar el sueño pueden mejorar la calidad de tu sueño.
3 – Fomentar los lazos sociales
Hablar, intercambiar, ser estimulado intelectualmente por el trabajo, las aficiones y el entorno, tener curiosidad por algo o incluso viajar, permitirá que tu cerebro y tu memoria funcionen.
Todo esto está directamente relacionado con la reserva cognitiva, un concepto muy importante basado en la suposición de que el cerebro puede hacer frente al daño cerebral, ya sea utilizando sus redes neuronales preexistentes o activando nuevas conexiones neuronales a través del trabajo, las interacciones sociales, la recreación, etc. .
Trabajando y desarrollando tu reserva cognitiva, es posible consolidar tus redes neuronales y hacerlas más eficientes. Ante la enfermedad de Alzheimer, esta reserva permite establecer mecanismos de compensación para hacer frente al desarrollo del daño cerebral.
Esto ayuda a retrasar la aparición de los síntomas. Y buenas noticias, ¡no hay edad para empezar a trabajar en tu cerebro y tu memoria!
“El aspecto genético entra en juego por supuesto cuando hablamos de enfermedades neurocognitivas o de Alzheimer.
Sin embargo, es muy importante recordar que estas enfermedades son multifactoriales y que, por tanto, debemos jugar en varios frentes a la vez para prevenirlas e intentar retrasar su aparición.
Practicar una actividad física, dormir bien, llevar una dieta equilibrada, desarrollar las interacciones sociales y no aislarse son acciones a realizar para cuidar el cerebro, la memoria pero también la salud y uno mismo de manera general.” concluye la Dra. Maï Panchal.