
En Valais, la cosecha comenzó unas dos semanas antes que un año normal. “Pero, ¿qué es un año normal? Los caprichos del clima nos empujan a adaptarnos constantemente”, señala Yvan Aymon, presidente de la Interprofesional de la vid y el vino en Valais (IVV), entrevistado por Keystone-ATS.
La observación es la misma en Ginebra. Con eventos meteorológicos cada vez más marcados, “es difícil determinar cuál es un año normal para la cosecha”, subraya el enólogo cantonal Florian Favre.
“Buena concentración en azúcar”
Mirando el calendario, “estamos entre el año de la ola de calor de 2003, cuando la cosecha se adelantó aún más, y el año 2018”, añade, recordando que el año pasado, al final de un verano lluvioso, la cosecha fue de cinco semanas. tarde.
Además de las cosechas tempranas, el calor del verano promete “una añada 2022 excepcional”, dice Joanna Rouiller, directora de la Asociación Interprofesional de los vinos de Vully. En general, preservadas de enfermedades y mal tiempo, “las bayas son más pequeñas de lo habitual debido a la sequedad, pero esto permite una buena concentración de azúcar”, explica.
Vinos solares y potentes
Para Florian Favre, la uva dará “vinos tintos potentes, ricos en alcohol, con aromas de fruta madura”. Para los blancos, la cosecha será más difícil de trabajar, cree el enólogo de Ginebra.
En el cantón de Neuchâtel, se esperan “vinos solares y concentrados” para los tintos, anuncia Johannes Rösti, director del resort de vinos de Neuchâtel.
No obstante, los viticultores deberán estar muy atentos al equilibrio acidez-alcohol.
yvan aymonpresidente de IVV
“Ya sabemos que será una cosecha magnífica”, confirma Gérald Vallélian, que explota la finca Faverges, en las alturas de Saint-Saphorin (VD). El desafío ahora consiste en “mantener la frescura” de la fruta de cara a una vinificación que promete ser “muy interesante”, apunta.
“Los enólogos tienen en sus manos una cosecha de gran calidad, materia prima para hacer grandes vinos”, confirma Yvan Aymon. “No obstante, tendrán que estar muy atentos al equilibrio acidez-alcohol”, advierte.
Rellenar cavidades
Si los viticultores son unánimes en cuanto a la calidad, son más cautelosos con los volúmenes que se cosecharán. “La cantidad es variable e incierta. Dependerá de la intensidad de las lluvias que se avecinan”, subraya Mattéo Murphy, gerente de la Asociación de Viticultores de Broyard.
Para Yvan Aymon también es “muy difícil” evaluar el volumen total de la cosecha del Valais, cuando “todavía no ha llegado la mayor parte de la cosecha”. Sin embargo, cree que debería estar, desde un punto de vista cuantitativo, “en la media de diez años”.
Con la cosecha de 2022, los viticultores podrán reponer sus existencias.
joanna óxidodirectora de Asno. asociación interprofesional de vinos Vully
Según Johannes Rösti, la cantidad será “media-alta” en los viñedos de Neuchâtel, que considera “agradables tras dos años de escasez”.
Una opinión compartida por Gérald Vallélian: “La cosecha debe ser relativamente generosa, lo que permitirá llenar la bodega”. El optimismo también está presente en Vully con Joanna Rouiller: “Con la cosecha de 2022, los viticultores podrán reponer sus existencias y también deberían poder reasignar volúmenes a todos los clientes”.
Tiempo favorable
Para los días venideros, la lluvia es la principal amenaza, a sabiendas de que podría causar pudrición. También hay que evitar cosechar uvas demasiado calientes, “más sensibles al inicio de fermentaciones descontroladas”, subraya Yvan Aymon.
Esto explica por qué los enólogos tienden a trabajar en el fresco de la mañana, señala. Y añadir que a veces también es necesario enfriar la uva en neveras antes de despalillar y prensar.
Sin embargo, los cielos parecen estar del lado de los viticultores este año. “Se pronostica un clima seco y fresco para los próximos días, condiciones ideales para la cosecha”, se alegra Gérald Vallélian.