
Ahora que tiene una pierna artificial, Ghanem puede recuperar su infancia: “Puedo correr, jugar e ir de compras otra vez”. Al verlo intentar jugar a la pelota nuevamente, es difícil imaginar que perdió una pierna hace solo unos meses en un atentado. Gracias a la prótesis que pudo conseguir en un centro de rehabilitación física en Mosul, Irak, este niño de diez años está aprendiendo poco a poco a volver a llevar una vida normal, bajo la atenta mirada de un especialista que sigue su evolución. Ghanem, cuya historia se puede encontrar en el sitio web del CICR, cuenta cómo ahora puede moverse y jugar con otros niños de su edad. Este centro de rehabilitación, que se puso en marcha con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), es uno de los muchos ejemplos de proyectos que se financiaron el año pasado gracias a los legados.
Legados: una señal de confianza en el CICR
Marie-Jo Girod, responsable de legados y donaciones del CICR, destaca la importancia de los legados para garantizar la continuidad de la financiación de este tipo de operaciones, que se llevan a cabo durante varios años, incluso varias décadas. Las contribuciones recibidas en 2021 en forma de legados se utilizaron en particular para financiar programas a gran escala en Irak (hasta 6 millones de francos), Somalia (5,6 millones) y Filipinas (3,3 millones).
El uso de los fondos varía dependiendo de la situación. Casi todos los donantes dejan en manos del CICR la asignación de su legado como mejor le parezca, según las necesidades. Esta gran muestra de confianza dota a la organización de los medios necesarios para intervenir con las víctimas en caso de emergencia o para financiar sus actividades de asistencia y protección en conflictos relegados a un segundo plano informativo. “Esta libertad es bienvenida cuando es necesario actuar en contextos olvidados o con fondos insuficientes, en los que, no obstante, las necesidades humanitarias pueden ser inmensas, subraya la Sra. Girod. Por supuesto, siempre es posible, bajo ciertas condiciones, solicitar que el legado se asigne a un país u operación específica, agrega. En este caso, se recomienda ponerse en contacto con el CICR de antemano para verificar si esta asignación es factible”.
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Clima, hambre, pandemias, guerras: los peligros se acumulan
Si bien la acción del CICR se ha centrado durante mucho tiempo en las regiones afectadas por conflictos armados, la organización ahora lleva a cabo actividades en contextos cada vez más variados. Distintos fenómenos van cobrando impulso y se suman a las situaciones de conflicto, con el efecto de aumentar las vulnerabilidades de las poblaciones afectadas, hasta el punto de ser insoportables. Eventos climáticos extremos y recurrentes, violencia armada en zonas urbanas, crisis alimentarias y pandemias: la creciente complejidad de las operaciones que se realizan para atender las necesidades humanitarias exige una mayor capacidad de respuesta y nuevas formas de hacer las cosas. Los siguientes ejemplos de actividades realizadas en 2021 ilustran este hecho.
Somalia: una aplicación para salvar a los niños desnutridos
En Somalia, el CICR utiliza una aplicación llamada “Almanach” (ALgoritmo para la GESTIÓN de Enfermedades Infantiles), que permite detectar posibles enfermedades y carencias nutricionales en niños menores de 5 años. La aplicación se puede utilizar a través de un simple teléfono inteligente o tableta. Desde 2020 ha permitido evaluar el estado de salud de unos 60.000 niños, incluido el pequeño Ikraan Abdiaziz. Esta niña somalí de dos años sufría de desnutrición aguda antes de que su madre lograra llevarla al Centro Médico Kismayo, donde recibió el tratamiento adecuado. Dos semanas después, Ikraan ya había recuperado toda su vivacidad. Fuera de peligro, pudo salir del centro. Según las previsiones de algunas organizaciones humanitarias, más de 1,4 millones de niños, o casi la mitad de la población somalí menor de 5 años, corre el riesgo de sufrir desnutrición aguda si persiste la actual sequía.
Filipinas: vacunarse, un desafío en zonas remotas
En algunas áreas remotas de Filipinas, las personas no tienen acceso a programas adecuados de atención o vacunación contra el coronavirus. Por lo tanto, muchas familias siguen siendo muy vulnerables a las complicaciones asociadas con el Covid-19. Para prevenir este tipo de situaciones, la Cruz Roja de Filipinas ha puesto en marcha un programa de vacunación móvil en una docena de pueblos de la región de Mindanao. Anteriormente, para vacunarse, la gente tenía que viajar cuarenta y cinco minutos por caminos empantanados y, a menudo, intransitables. Gracias a camionetas especialmente equipadas, los voluntarios de la Cruz Roja pudieron viajar y administrar miles de vacunas a los habitantes de estas zonas. El CICR ha proporcionado el equipo necesario para mantener las vacunas a la temperatura adecuada.
Irak: readaptación, el proyecto de toda una vida
En Irak, la acción del CICR no se limita únicamente a la región de Mosul, donde el pequeño Ghanem pudo beneficiarse del apoyo durante todo su proceso de rehabilitación física. En 2021, más de 23.000 personas tuvieron acceso a este tipo de atención tras la apertura, en marzo de 2022, de un nuevo centro de rehabilitación física en Erbil, en el norte del país. Esta infraestructura, equipada para atender hasta 6.000 pacientes al año, ofrece diversos tratamientos que van desde la fisioterapia hasta la colocación de órtesis y prótesis. Sin embargo, la tarea sigue siendo inmensa: el CICR estima que más de 600.000 personas en Irak aún necesitan servicios de rehabilitación, incluidas 200.000 que esperan recibir una prótesis.
Devuélvele a los demás lo que has recibido
Las personas que hacen un legado están motivadas por el deseo de brindar apoyo a largo plazo al CICR, independientemente de las actividades que llevará a cabo la organización y las regiones donde se llevarán a cabo. “A menudo, estas personas creen que han tenido suerte en la vida y desean que otros también puedan beneficiarse de ella”, observa la Sra. Girod. Cita el ejemplo de Thierry, quien la contactó recientemente con el objetivo de dejar un legado: “Durante su carrera como periodista, vio todo lo que los delegados de la organización podían hacer en el campo. Él mismo había planeado unirse al CICR, pero prefirió formar una familia aquí, en Suiza, después de conocer a la mujer de su vida. Hoy, al mencionar al CICR en su testamento, ha decidido pasar a la acción y salvar vidas”.
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Legado: los aspectos prácticos a tener en cuenta
La ley suiza es relativamente flexible en cuanto a la forma que puede tomar un testamento. Un documento completamente manuscrito (holográfico), firmado, con mención del lugar y la fecha, es legalmente válido. Otra forma prevista por la ley suiza: el testamento público, redactado en presencia de dos testigos, ante un notario o cualquier otra persona autorizada. A nivel práctico, se debe tener cuidado de mencionar el nombre completo y la dirección del beneficiario, en este caso, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), avenue de la Paix 19, 1202 Ginebra.
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María Jo Girod
tel.: +41 22 730 33 76 correo electrónico: mgirodblanc@icrc.org
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